jueves, 23 de enero de 2014

ANÉCDOTICO INMOBILIARIO

Un amigo recoge anécdotas de sus trabajos en inmobilirias, en los tiempos de España del ladrillazo cuando el motor de crecimiento era la construcción. Pienso yo que son cómo leyendas urbanas, cada oficio tiene las suyas.

CHINO QUE COMPRA CASAS

Un misterioso chino muy delgado y estilizado cercano a la treintena pero quizás más mayor porque a los asiáticos no se les calcula bien la edad se dedicaba al alquiler de pisos en Valladolid y al alquiler de pisos en Castilla y León , pagando al contado con billetes de 500 euros compraba pisos por toda España, llegó a comprar un millón de viviendas. Las que ahora están vacías. La película acaba que hay un gran terremoto en china y vienen un millón de chinos a España para su millón de casas, las que están vacías, que son suyas.

LA LEYENDA DEL JEFE COMPLACIENTE

Era un señor gordito con cara de cura y con bigotillo que llevaba inmobiliarias en Castilla y León, se dedicaban todas al alquiler en Castilla y León y al alquiler de pisos en Valladolid...Sus inmobiliarias abrían a las diez y media de la mañana pero la gente llegaba a las once y se ponían a trabajar a las once y media, al cerrar se iban todos de vinos y de tapas y por la tarde sólo trabajaba el que quisiera, sus empleados cobraban grandes sueldos...Un día que estaba en la fuente del sol haciendo un picnik le vieron subir al cielo en cuerpo y alma y otros dicen que cerró todo dejando facturas sin pagar y deudas pendientes...¡milagro!... sea cómo fuere no se le volvió a ver...La gente le quería mucho, era un hombre muy bueno.

EL PUEBLERINO SORDO DE UN OÍDO

Había en Castilla y León un señor natural de un pueblo que era muy grande y tenía mucha energía, nunca decía su nombre y hablaba a gritos porque no se escuchaba bien a sí mismo. Éste hombre se dedicaba al alquiler de pisos en Valladolid y al alquiler de pisos en Castilla y León Y ERA UN VENDEDOR MUY BUENO, AUNQUE INTIMIDABA UN POCO...y por las noches dormía en las casas que vendía sobre un colchón, casi todas rurales, para que nadie las robara...Había estado sirviendo tres años en el ejército pero nadie sabía en qué cuerpo...(yo creo que sirviendo de camarero)Un día le vieron conduciendo un Porche 911 con una rubia de 600 euros y maletines llenos de dinero...Nadie le volvió a ver jamás.


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